El eurodiputado gallego moderó el debate sobre el cambio climático en el que intervinieron Teresa Ribera Rodríguez, George A. Papandreou y Qian Hongshan
Este fin de semana, Madrid acogió el XXVI Congreso de la Internacional Socialista, en el que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, fue proclamado presidente. Sánchez asume este cargo con el propósito de convertir a la organización «en la gran casa común del pensamiento y la acción progresista global» y con la convicción de que «la socialdemocracia, el socialismo democrático y el laborismo estamos más vivos que nunca y somos más necesarios que nunca».
Desde Galicia, fueron varios los representantes socialistas que se desplazaron hasta la capital para debatir sobre diversos temas de gran importancia como el fortalecimiento de la democracia, la igualdad entre mujeres y hombres, los derechos laborales y la digitalización, el impulso de una economía justa e inclusiva y el cambio climático.
El eurodiputado gallego, Nicolás González Casares, fue el responsable de moderar la conversación sobre el ‘Cambio climático: desafío global‘ en la que participó Teresa Ribera Rodríguez, vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; George A. Papandreou, ex presidente de la Internacional Socialista y ex primer ministro de Grecia; y Qian Hongshan, ministro adjunto de Relaciones Exteriores de China. Como Ribera recordó, «es imposible tener el corazón rojo si no tenemos el alma verde».
«La justicia climática también es justicia social. Y si algo nos une a los socialistas de todo el mundo es la lucha por la igualdad social y yo creo que ante la amenaza climática que estamos viviendo, necesitamos una transición energética que tenga en cuenta las necesidades sociales de todos los ciudadanos y ciudadanas del planeta», defendió el eurodiputado. González Casares se refirió a la COP27 celebrada hace unos días en Egipto y, si bien permitió avanzar en las fórmulas para financiar los «los daños y las pérdidas» provocados por el cambio climático en aquellos países «que no tienen suficientes recursos para hacerle frente por sí solos», denotó «cierta falta de ambición” en el abordaje de este desafío, ambición que “como socialistas debemos reclamar».
«Debemos avanzar en una nueva economía verde, en una transición energética que sea justa pero que también ponga la tecnología al servicio de las personas», apuntó el socialista al tiempo que urgió a la toma de medidas para afrontar el cambio climático que afecta a todo el planeta y está provocando la primera crisis de hambre en Madagascar por este motivo.