El ponente presenta la batería de medidas de su propuesta pensada para avanzar en la transición energética «con todos a bordo» González Casares defiende la prohibición de corte de suministro a los clientes más vulnerables
Ante los retos de la crisis energética y climática, los pasos para reformar el mercado eléctrico europeo se aceleran. Nicolás González Casares, el ponente para la reforma del mercado eléctrico de la UE, ha presentado su propuesta de revisión en el Parlamento Europeo este fin de semana tras reunirse con medio centenar de agentes del sector. Un informe que toma como base las propuestas de la Comisión y las amplía para alcanzar los objetivos que se presentan: abaratar la energía, reducir la volatilidad, ganar competitividad, acelerar el crecimiento de las energías renovables y mejorar la protección de los consumidores.
«Para mí esta es una oportunidad de llevar a cabo una reforma social del mercado eléctrico en equilibrio con la necesidad de asegurar las inversiones necesarias en tecnologías renovables. La transición energética con todos a bordo», apunta Casares. Su propuesta parte de la convicción de construir un mercado eléctrico que vele por los intereses de los ciudadanos, pymes e industria que están sufriendo las graves consecuencias de la crisis energética: incremento de las facturas eléctricas a niveles récord y de la inflación. Pues, un objetivo fundamental de esta reforma es reforzar los derechos y garantías de los consumidores, especialmente de los más vulnerables y de aquellos en situación de pobreza energética. En esta línea, presenta una serie de medidas para promover la adhesión de la ciudadanía a las energías renovables y a sus beneficios. Respecto a la protección a los consumidores, para el eurodiputado es recomendable complementar el derecho de los consumidores a poder firmar contratos de suministro eléctrico a precio fijo, introducido por la Comisión, con la obligación de que los suministradores no puedan modificar las condiciones de los contratos ni finalizarlos antes de tiempo. También se deberán ampliar los requisitos de información, garantizar el derecho de los clientes a poder participar en medidas de respuesta a la demanda o a compartir energía.
De igual manera, se hará necesario introducir la obligación para los Estados miembro de prohibir la desconexión de clientes vulnerables y de adoptar medidas específicas para las temporadas de invierno y verano dirigidas a los clientes domésticos, de manera que se les ayude a la hora de gestionar su consumo y evitar facturas elevadas. Asimismo, ante el deber de designar un suministrador de último recurso, Casares propone ir más allá y garantizar la continuidad del servicio durante el tiempo que sea necesario hasta encontrar un nuevo suministrador y no durante un período de tiempo limitado. Esta seguridad de suministro deberá extenderse también a las pymes.
Siendo el incremento de la electrificación clave para lograr la neutralidad climática y mejorar la seguridad de suministro energético y la competitividad, el impulso a las renovables es imprescindible. Por ello, el eurodiputado apuesta por una reforma que refleje los beneficios de las energías renovables y apoye su despliegue. En este sentido, es crucial potenciar los contratos bidireccionales por diferencias (CfDs) para proporcionar a los consumidores precios estables y certidumbre a los productores. Respecto a la distribución de los ingresos obtenidos de los CfDs, González Casares propone que se priorice a los consumidores que más lo necesiten y se orienten a medidas de eficiencia energética y a financiar los costes de los propios CfDs. La generación bajo CfDs debe continuar ajustando su producción para reflejar las circunstancias del mercado, tener en cuenta los criterios de ubicación óptima y penalizar al productor si quiere salirse del esquema cuando no le convenga.
Igualmente, los contratos de compraventa de electricidad (PPAs) constituyen un buen instrumento para mejorar el acceso a la financiación privada de capacidad de generación, fundamentalmente renovable, mientras proporciona estabilidad a largo plazo al consumidor. Actualmente este mercado se limita a grandes empresas y a energéticas verticalmente integradas, por lo que Casares propone incrementar la transparencia mediante una base de datos europea, la entrada de pequeños actores, bajar los costes de transacción mediante la estandarización de PPAs para su uso de forma voluntaria y crear una plataforma para el comercio de PPAs.
Junto a estas medidas, el ponente socialista recoge otros tres puntos fundamentales. Por un lado, el refuerzo de los mercados a plazo que exige un estudio de valoración de impacto previo ante la falta claridad, por parte de la Comisión, a la hora de crear los hubs virtuales regionales que necesitan, a su vez, de regiones bien interconectadas. Por otro, la apuesta por la flexibilidad de la demanda y el almacenamiento. González Casares aboga por una visión europea de las necesidades de almacenamiento y respuesta de la demanda, además de la nacional. Para facilitar la conquista de objetivos, considera que los nuevos mecanismos que se diseñen deben valorarse como parte estructural y teniendo en cuenta la flexibilidad existente, sobre todo en los casos en los que existe una alta penetración de fuentes variables y baja interconexión. Además, propone estudiar una modernización y europeización de estos esquemas.
Por último, con el propósito de aprender de lo sucedido, el eurodiputado pone sobre la mesa una serie de herramientas para reforzar la coordinación europea ante otra posible crisis de precios. Propone, por ejemplo, limitar temporalmente, durante la crisis, los ingresos de mercado de los generadores inframarginales de manera que parte de los mismos puedan destinarse a paliar un nuevo shock de precios. Medida que debe establecerse de manera estructural y a nivel europeo para permitir que los Estados miembro con menos poder financiero tengan una fuente de ingresos para paliar los altos precios, aportar predictibilidad a consumidores e inversores y evitar la fragmentación del mercado interior.
El siguiente paso
La propuesta se debatirá en la Comisión de Industria, Investigación y Energía y posteriormente comenzará la fase de negociación con los demás grupos.