González Casares: “La Ley de Biotecnología debe garantizar acceso e inversión”

En el actual contexto geopolítico, los incentivos deben promover un arraigo europeo real y efectivo

Europa debe reforzar de manera decidida los polos de investigación que ya posee

El texto actual resulta claramente insuficiente en materia de accesibilidad y biosimilares

“La futura Ley de Biotecnología debe lograr un equilibrio adecuado entre innovación, acceso y una inversión estratégica sólida en Europa” ha declarado el eurodiputado Nicolás González Casares tras la presentación del proyecto de Ley de Biotecnología. La propuesta presentada por la Comisión Europea introduce una ampliación de un año del Certificado Complementario de Protección (CCP), una medida que genera escepticismo, especialmente si se tiene en cuenta que incluso los medicamentos pediátricos cuentan únicamente con una extensión de seis meses.

No obstante, la propuesta sí refleja una lección que la Comisión ha comenzado a interiorizar tras el debate del Paquete Farmacéutico: Europa necesita incentivos para la investigación y la fabricación si quiere mantener su competitividad y resiliencia en el ámbito biotecnológico.

Sin embargo, el texto actual resulta claramente insuficiente en materia de accesibilidad y biosimilares. Las medidas dirigidas a los biosimilares no pueden limitarse al marco restringido de los denominados “proyectos estratégicos”. Si la Ley de Biotecnología aspira a contribuir de forma significativa a unos sistemas sanitarios resilientes y asequibles, debe incorporar una política europea clara que impulse activamente la investigación y el desarrollo de moléculas biosimilares.

El acuerdo alcanzado en el Paquete Farmacéutico establece principios que siguen siendo plenamente válidos en este contexto. Europa debe promover, de manera clara y coherente, la investigación y la fabricación en su propio territorio. En el actual contexto geopolítico, los incentivos destinados a este objetivo deben estar vinculados a un arraigo europeo real y efectivo. “La propuesta también identifica ámbitos en los que el Parlamento puede —y debe— mejorar el planteamiento de la Comisión”, explicó Casares.

El parlamentario europeo explicó que, aunque los ensayos clínicos funcionan de manera eficaz en algunos Estados miembros, como España, sigue siendo necesario avanzar hacia un enfoque verdaderamente europeo. Esto exige algo más que la reducción de plazos: requiere abordar las barreras estructurales y regulatorias que continúan fragmentando el panorama europeo de la investigación clínica.

Por último, Europa debe reforzar de manera decidida los polos de investigación que ya posee. Los hubs regionales generan economías de escala fundamentales y desempeñan un papel central tanto en la investigación preclínica y clínica como en el desarrollo de terapias avanzadas de alto valor, incluidas las CAR-T académicas.

De este modo, la Ley de Biotecnología puede abrir la puerta a afrontar un reto largamente pendiente: la brecha entre la industria y la investigación pública. Reforzar la investigación básica en Europa y garantizar la viabilidad del desarrollo de productos basados en ella son condiciones esenciales para construir un modelo de innovación sostenible, ha remarcado el eurodiputado gallego.