El eurodiputado Nicolás González Casares reflexiona sobre los errores del pasado que nos están pasando factura al apostar por los combustibles fósiles
Esta mañana, la sesión plenaria del Parlamento Europeo acogía un debate sobre las Redes Transeuropeas de Energía (TEN-E en sus siglas en inglés). El objetivo de esta política, que se encuentra en un período de revisión, es vincular la infraestructura energética de los países de la Unión Europea a través de corredores y áreas temáticas prioritarias.
El eurodiputado socialista Nicolás González Casares reclamó ante la Eurocámara «resolver el cuello de botella de las interconexiones con la Península Ibérica y las islas«. «Esto no es un verdadero mercado europeo de la energía», dijo durante su intervención. «No sacaremos provecho de las renovables si no interconectamos e integramos las redes eléctricas», subrayó. Lo que supondría un plus energético e industrial para Galicia.
González Casares, que es miembro de la Comisión de Industria y Energía del Parlamento, abogó por «orientar nuestras inversiones a elementos compatibles con la neutralidad climática» y dejar de vivir «de los errores del pasado», como la apuesta por los combustibles que «están siendo un arma de guerra».
El eurodiputado apostó por desplegar e integrar las tecnologías renovables, con las nuevas disposiciones para desarrollar la energía en alta mar; establecer un proceso de gobernanza más inclusivo, aplicar el principio de eficiencia energética y fomentar infraestructuras solo compatibles con hidrógeno cuando transportemos gas.
Para el europarlamentario es fundamental planificar la infraestructura energética si se quiere lograr la neutralidad climática. Un plan que debe ir en sintonía con los objetivos climáticos y energéticos y contar con un enfoque integrado e intersectorial.
La ratificación de la noticia TEN-E es el primer gran acuerdo legislativo en el ámbito energético fruto del Pacto Verde Europeo, «más en vigor que nunca con el sucedido en Rusia y los precios de la energía», en palabras de Nicolás González. La TEN-E orientará una parte esencial de las grandes inversiones energéticas para fortalecer el mercado interior y avanzar hacia la descarbonización del sector energético.
Este debate llega un día después de que el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) había hecho público el estudio de su Grupo de Trabajo III, que evalúa el progreso y las promesas de mitigación del cambio climático y examina las fuentes de emisiones globales. El informe valora positivamente la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a partir del 2019 y las medidas que muchos países, como el nuestro, están adoptando. Aun así, urge a adoptar medidas profundas que limiten el calentamiento global a 1,5 ° C. Acciones que sean sinónimo de una reducción de los combustibles fósiles y del incremento de las renovables de forma sostenible y respetuosa.
«Los fondos son limitados y deben orientarse a procesos y tecnologías que sean totalmente compatibles con la neutralidad climática», recuerda González Casares.