El eurodiputado socialista insiste en el potencial del sector pesquero gallego y exige a la Comisión Europea que suspenda la prohibición y reevalúe el Reglamento de aguas profundas
El Reglamento de aguas profundas, que entró en vigor el pasado 9 de octubre y por el que se prohíbe la pesca de fondo en 87 zonas distribuidas entre España, Francia, Irlanda y Portugal, ha vuelto a dar el presente en la sesión plenaria del Parlamento Europeo de este jueves. Los europarlamentarios socialistas exigieron, de nuevo, a la Comisión Europea que suspenda la ejecución del mencionado reglamento al impactar negativamente en las comunidades costeras, estrechamente vinculadas a la pesca.
El eurodiputado gallego Nicolás González Casares, miembro suplente de la Comisión de Pesca, se ha referido al sector pesquero de Galicia como “el más potente de la Unión Europea” y ha pedido “respecto por la pesca y por la gente del mar que se está viendo agredida por las decisiones de la Comisión Europea” adoptadas “sin verdadero peso científico”. Casares ha señalado “el daño socioeconómico” que implica la aplicación del reglamento y criticó que se le achaque a los Estados miembros la responsabilidad de paliar estos perjuicios con las ayudas del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y Acuicultura (FEMPA). “Los pescadores no quieren subvenciones ni indemnizaciones, lo que quieren es salir a pescar”, subrayó.
El socialista ha exigido al comisario de Medio Ambiente, Océanos e Pesca, Virginijus Sinkevičius, que suspenda el reglamento y proceda a su reevaluación ante un panorama que se presenta “insostenible para la gente de la pesca”. “La autonomía estratégica, los productos sanos, saludables y pescados en los mares sostenibles europeos”, defendió Nicolás González, debe ser la apuesta de la UE y no esa incipiente apertura a unos “productos pesqueros y una importación menos sostenible”.
“Fomos ficando sós / o mar o barco e máis nós», con estos versos del poeta gallego Manuel Antonio, Casares terminaba su intervención en la Eurocámara, alertando de la soledad que pueden sentir “nuestros pescadores, nuestra gente del mar” si no se paraliza este reglamento y se adoptan medidas que protejan e impulsen al sector pesquero.
