El socialista fue el único eurodiputado gallego que votó a favor de la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE
La Red Natura, la Ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea, Altri o la eólica marina fueron algunos de los temas que abordaron el eurodiputado socialista gallego Nicolás González Casares y Manoel Santos, coordinador de Greenpeace en Galicia, en una reunión celebrada en la ciudad de Vigo.
Galicia apenas tiene cubierta como Red Natura un 12% de su territorio frente al 27% de España, deficiencia que no solo se da en términos de extensión sino también de gestión. Santos y Casares demandaron que se amplíen los espacios protegidos y se restauren las zonas naturales degradadas, en definitiva, que se cumpla con lo que las leyes de conservación de la naturaleza dictaminan. A este respeto, desde la ONG se mantienen expectantes ante el impacto que tendrá la Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE, liderada por el socialista César Luena y aprobada recientemente en el marco del Pacto Verde. Nicolás González, el único eurodiputado gallego que votó a su favor, confía en que la normativa permitirá «recuperar nuestros montes y rías dañadas».
El coordinador de Greenpeace en Galicia también puso encima de la mesa el asentamiento de Altri en la Ulloa, contra el que se manifiestan abiertamente por su proximidad a una Zona de Especial Conservación de la Red Natura y las amenazas que puede suponer para el ciclo del agua y la biodiversidad con el aumento de los cultivos de eucalipto. Una situación que los socialistas siguen de cerca. «La Xunta de Galicia no le contó la verdad a los gallegos y gallegas, estaremos vigilantes y seremos muy escrupulosos», explicó el candidato a eurodiputado del PSdeG-PSOE.
Ante la urgencia de abandonar los combustibles fósiles, Santos trasladó la preocupación porque la implantación de la eólica marina en la comunidad se lleve a cabo con todas las garantías para el medio ambiente. Preocupación compartida por González Casares que, además, abogó porque se haga teniendo presente las actividades preexistentes en la zona y en beneficio de la comunidad. Para el socialista, esta representa una oportunidad importantísima para la industria gallega. «La exigencia del mantenimiento continuado de las instalaciones es mayor que el de la eólica terrestre, por lo que la offshore demandará más trabajadores. Por ejemplo, una plataforma de Dinamarca puede generar hasta 40 empleos», apuntó.
Ambos coincidieron en señalar la falta de electrificación de la demanda energética en Galicia, que frena la exportación organizada y, por lo tanto, la descarbonización de nuestra economía. En esta línea, la nueva Directiva Europea de Energías Renovables, de la que González Casares fue el ponente socialista, eleva hasta el 45% el objetivo de renovables en el consumo final de la UE en 2030 y acelera y simplifica los procedimientos de autorización de los proyectos renovables.