Buenas noticias para España y Galicia: El acuerdo sobre la Directiva Europea de Energías Renovables responde a sus demandas

El objetivo de renovables en el consumo final de la Unión Europea se fija en el 45 % para el 2030

La gestión de la prevención de incendios será decisiva para el uso de la biomasa

Los combustibles renovables de origen no biológico computarán en el objetivo de renovables del país productor y consumidor

Muchos y largos diálogos han marcado la Revisión de la Directiva Europea de Energías Renovables en los últimos meses hasta alcanzar un acuerdo mayoritario este miércoles. La Comisión de Industria, Investigación y Energía ha votado a favor de elevar del 32% al 45% el objetivo de renovables en el consumo final de la Unión Europea en 2030, en línea a lo requerido por el plan REPowerEU. La apuesta por la sostenibilidad se hace patente en esta reforma que abarca sectores tan importantes como el de la calefacción y refrigeración, edificios, industria y transporte.

Los acuerdos fueron respaldados por un bloque de partidos progresistas, entre ellos el Grupo de la Alianza de Socialistas y Demócratas. “Además de incrementar la eficiencia energética, la salida a la crisis climática y energética vendrá por más energías renovables autóctonas”, ha manifestado el eurodiputado socialista Nicolás González Casares, ponente del Grupo S&D en la Revisión de la Directiva Europea de Energías Renovables y de la Comisión de Transporte y Energía en el Parlamento Europeo. Una Directiva, cuya labor es la promoción, únicamente, de fuentes de energía renovables. “Esta Directiva no es el sitio para promocionar otras fuentes no renovables”, insistía el europarlamentario.

Este acuerdo resultará beneficioso para los intereses de España y Galicia. Por un lado, respecto a la biomasa, las instalaciones que solo produzcan electricidad a partir de biomasa no podrán recibir subvenciones a partir de 2026 con excepción para las localizadas en regiones de transición justa e incorporen CCS (captura y almacenamiento de carbono) y las que prueben que no pueden proveer también calor. Una medida prioritaria para el estado español dado que muchas plantas de biomasa que dan salida a residuos forestales no tienen demanda de calor. En esta línea, la aplicación del principio del “uso en cascada”, que significa que el primer uso de la biomasa debe ser como material y como energía al final de la vida del producto, pasa a ser un acto de implementación en el que se ha de tener en cuenta la gestión de la prevención de incendios. Este aspecto junto a la exención de la biomasa derivada de trabajos de prevención forestal como “biomasa leñosa primaria” son claves para nuestro país.

La normativa referida al hidrógeno verde también responde a las prioridades españolas. Por su potencial productor, España se beneficiará de que los combustibles renovables de origen no biológico (RFNBOs), derivados del hidrógeno verde, computen, además de para el objetivo de renovables del país de consumo (el 80 % de su volumen), para el del productor (el 20 %). Esta medida junto a la ampliación de los objetivos de hidrógeno en la industria y el transporte serán un gran incentivo para su producción.

En el sector de la calefacción y la refrigeración, se establecen objetivos en los niveles requeridos por REPowerEU, se refuerzan las medidas contra la pobreza energética y se permite que el uso de residuos de calor y frío hasta un 20% en edificios contabilicen para el objetivo de renovables. Con el 2030 en el horizonte, la Directiva amplía sus objetivos en tecnologías innovadoras de energías renovables al 5% y en materia de transporte, se eleva la meta de reducción de emisiones del 13 % al 16 % al tiempo que se impide que se cuenten más biocombustibles de primera generación y se frena el uso del aceite de palma y la soja al incluirlos como materia prima de alto ILUC (cambio indirecto del uso de la tierra). En esta área, se incrementa el subobjetivo de combustibles renovables de origen no biológico (RFNBOs) del 2,6 al 5,7 % para 2030 y se fija en el 1,2 % para el sector marítimo. El incentivo a la electrificación a través de la electricidad renovable se mantiene.

El objetivo de renovables en la industria también aumenta de 1,1 pp a 1,9 pp y el del hidrógeno verde se mantiene al 50% y se incluye uno nuevo del 70% para el 2035. Además, se traza una ruta para la eliminación los combustibles fósiles en los procesos de baja temperatura para 2027.

Este acuerdo sobre la Directiva Europea de Energías Renovables, “consigue que las garantías de origen solo se otorguen a fuentes renovables y que sean utilizadas como fuentes de información, no como sistema de certificación, ya que carecen de la trazabilidad necesaria y podrían incurrir en greenwashing o fraude”, tal y como apunta el eurodiputado González Casares.

Con esta reforma, también se ve reforzada la cooperación entre los Estados miembros con proyectos con los que impulsar la eólica offshore teniendo siempre presentes las actividades preexistentes y el impacto ambiental.

https://youtu.be/AmRNsAAV7Ns