El pasado mes de diciembre Endesa solicitaba el cierre definitivo de la central de carbón en As Pontes. Un mazazo. El cerrojazo se había empezado a escribir con anterioridad: el precio de los derechos de CO2 y la mala imagen para las energéticas de sus activos de carbón precipitaron el cierre. Empezó a sonar con fuerza en Galicia una música que se venía escuchando en Bruselas tiempo atrás: la necesidad de fondos comunitarios para apoyar una Transición Justa.
La crisis provocada por el coronavirus nos ha golpeado brutalmente, la UE se jugaba mucho en su respuesta en el acuerdo por un gran Fondo de Recuperación. Antes del covid 19 discutíamos sobre un Fondo de Transición Justa que iba a estar dotado con 7.500 millones quedándose finalmente en 17.500. Además esta inversión puede ser completada a nivel nacional con el apoyo del nuevo Mecanismo de Recuperación y Resiliencia que apoyará las transiciones ecológica y digital. La provincia de A Coruña y en concreto los polos de As Pontes-Ferrol y Cerceda van a verse beneficiados del Fondo de Transición Justa. Este periódico ha informado con rigor de los avatares del proceso.
Además de las pruebas en As Pontes para la producción de energía basada en combustibles orgánicos con origen en la economía circular, la eólica seguirá siendo la renovable con más futuro en nuestro entorno. Pero debemos ser ambiciosos: no se trata solo de producir megavatios, debemos ser capaces de fomentar la industria capaz de fabricar la tecnología que lo hace posible.
La Comisión Europea presentará su Estrategia Eólica Offshore en las próximas semanas e inicialmente se pretende que partiendo de una producción anual de 20 GW se pase a 450 GW en 2050. En Ferrolterra se avanza ya de un modo real en esa tecnología, Galicia cuenta con su propio de grupo de empresas organizado en la Galician Offshore Wind y los concellos de las comarcas se muestran concienciados de que va a pasar un tren que no se puede perder. El liderazgo de los alcaldes de Ferrol y As Pontes debe extenderse más allá de lo local, la Xunta debe acompañarlos en sus aspiraciones y colaborar de un modo más activo en que los Fondos de Transición Justa apoyen proyectos innovadores y de futuro.
Ha llegado el momento de la responsabilidad, se acerca el tiempo de pasar de la estrategia al plano operativo, de tener lista una planificación para acceder con garantías de éxito a las inyecciones de financiación. No solo hay campo abierto en la eólica marina flotante, se avecina un futuro de cambios en el sector del gas con el hidrógeno en el horizonte o en el campo de la propulsión naval donde serán necesarios sistemas de propulsión menos contaminantes, ya está en camino la instauración un sistema de intercambio de emisiones de CO2 en el transporte marítimo de modo similar al ya existente en la industria y energía.
Es hora de cooperación y participación: solo convocando a instituciones de todos los niveles, agentes sociales, empresas, etc., se podrá llegar al éxito. Esta comarca necesita empleo industrial y de calidad, ahora es el momento de materializar ambiciones.