El eurodiputado Nicolás González Casares convoca en Bruselas a expertos en el sector eléctrico para debatir sobre la reforma
En vísperas de que cristalice la reforma del sector eléctrico europeo, hace falta construir espacios en los que compartir y acercar posturas antes de que la Comisión Europea publique su propuesta completa. Con este objetivo, el eurodiputado Nicolás González Casares organizó un debate en Bruselas en el que sentar a personalidades de diverso perfil, desde la academia, la investigación especializada, el sector o la industria eléctrica hasta la Comisión. Albert Riera, asesor del Ministerio para la Transición Ecológica español; Georg Zachmann, investigador principal de Bruegel; Michael Villa, director ejecutivo de smartEN; Kristian Ruby, secretario general de Eurelectric; Natalia Fabra, profesora del Departamento de Economía de la Universidad Carlos III; y Catharina Sikow-Magny, directora de Transición verde e Integración de sistemas energéticos en la Dirección General de Energía de la Comisión, desgranaron los factores a valorar de cara al diseño del nuevo mercado eléctrico europeo.
Como ponente socialista de la Revisión de la Directiva de Renovables, Casares destacó el papel de la electricidad como «uno de los sectores más accesibles para descarbonizar e integrar las renovables», por lo que debe ser competitiva. «Debemos trabajar por un diseño de mercado a prueba de futuro: para resolver por defecto las situaciones expuestas por esta crisis energética, acelerar el despliegue de energías renovables y mejorar nuestra competitividad y seguridad energética», expone. Para el parlamentario, la reforma debe «dar soluciones para que no se repitan los altos precios vividos» y para desacoplar los precios de los fósiles del precio final de los recibos de los consumidores y se beneficien de las ventajas de las renovables, más allá de la descarbonización. En este sentido González Casares señaló que «lo que conocemos de la propuesta de la reforma no es suficientemente profunda, no tiene ambición y no va a poner los mecanismos necesarios si se vuelve a producir una crisis de precios en los fósiles que pueda contaminar los precios de la electricidad».
La adopción de medidas que ayudan a la estabilidad de los precios de la energía, como son los PPA (acuerdos de compra bilateral de electricidad renovable) y los CFDs (contratos por diferencia de energía renovable), son insuficientes para mejorar la competitividad de las empresas. «Se precisan mecanismos de capacidad para cuando las renovables no puedan producir lo suficiente, así como un mercado que reconozca la necesidad de invertir en almacenamiento de electricidad», añade Casares.
Para el eurodiputado la autonomía energética es fundamental y, por eso, se congratuló de que la Comisión contemple la posibilidad de que los vecinos puedan auto producir y compartir electricidad. Una medida que va un paso más allá de las comunidades energéticas, pues contemplar «el derecho a compartir energía en el articulado de la propuesta» va a suponer un cambio de calado en la descentralización del sistema eléctrico.