Casares defiende el papel crucial de Ribera en la Comisión para guiar la competitividad futura de la economía europea y el bienestar de sus ciudadanos

El eurodiputado gallego se interesa por las medidas para asegurar que no se desencadenen nuevas crisis de precios energéticos

El eurodiputado socialista gallego, Nicolás González Casares, ha defendido esta tarde el papel crucial que jugará Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva dado que guiará políticas clave de las que depende la competitividad futura de la economía europea y el bienestar de sus ciudadanos.

En su intervención durante la audiencia en el Parlamento Europeo, el eurodiputado socialista ha remarcado que, entre las tareas encomendadas a Ribera por la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, se encuentra la de trabajar por reducir los precios de la energía y eliminar la dependencia de los combustibles fósiles.

Por ello, y ante la volatilidad geopolítica que está afectando a la certidumbre de los precios, le ha preguntado a la candidata a vicepresidenta sobre su papel en la aplicación de los mecanismos para hacer frente a posibles nuevas crisis de precios o para fomentar la flexibilidad de la demanda aprobadas en el marco de la revisión de la normativa que rige el diseño del mercado eléctrico, de la que González Casares fue ponente la pasada legislatura.

También le ha preguntado si prevé la adopción de medidas adicionales para hacer más competitivos y transparentes los mercados eléctricos, para desacoplar los precios del gas de los de la electricidad como recomienda el informe Draghi y para hacer más atractiva la electrificación de la demanda.

En su respuesta, Teresa Ribera ha aludido a las lecciones aprendidas de la crisis energética desatada por la invasión rusa de Ucrania, algunas de las cuales ya han sido capturadas precisamente en la reforma del mercado eléctrico. A este respecto, ha incidido en la importancia para el futuro de instrumentos como los contratos por diferencia o los contratos de energía a medio y largo plazo, pero también en la necesidad de modernizar las redes energéticas, garantizar que las interconexiones todavía pendientes a nivel europeo den mayor garantía de estabilidad y seguridad en el caso de que surjan nuevas crisis o estudiar y explotar las soluciones que pueda ofrecer el almacenamiento de cara a hacer un uso mucho más eficiente e intenso de las redes existentes en Europa.