ESTA ENTREVISTA FUE PUBLICADA EN El Plural EL 9 DE FEBRERO. AQUÍ PUEDES LEERLO
El eurodiputado pide que el tema se aborde desde la coordinación europea: "Debe haber una respuesta adecuada, no vale de nada que solo la tenga Alemania"
Nicolás González, eurodiputado socialista y miembro de la Comisión de Energía, ha atendido a EPlural.com para esclarecer el debate que se está produciendo esta semana en Bruselas como consecuencia de la Ley de la Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) aprobada por Estados Unidos. Esta norma pretende favorecer y atraer las inversiones verdes a través de subsidios para la transición ecológica por valor de 400.000 millones de euros, lo que perjudica a las empresas europeas, puede propiciar fugas de inversiones, tanto nuevas como ya instaladas en Europa, y podría ser una muestra de competencia desleal por parte de uno de los socios comerciales más importantes de Europa.
Pregunta: ¿En qué momento se encuentra actualmente el debate en Europa?
Respuesta: La propuesta de la comisión se va a discutir y yo creo que tiene algunos puntos buenos, pero le falta alguna cosa importante: el riesgo de desequilibrio del mercado interior. Al relajar el esquema de las ayudas de Estado, los países con más pulmón, tipo Alemania y Francia, pero sobre todo Alemania, se pueden beneficiar de que ellos tienen facilidad para poner deuda y dar ayudas de Estado. Otros países son más pequeños o están peor financieramente.
P: ¿Se puede producir una descompensación, una desigualdad, entre países de la propia Unión?
Exactamente. Desde que empezó la guerra de Ucrania, de todas las ayudas de Estado permitidas por la Comisión, más del 50% son de Alemania. Esto quiere decir que Alemania utiliza ese poder financiero, lo que provoca que una empresa alemana pueda recibir más ayudas que una Italia, española o belga. Esto fragmenta el mercado y para eso se necesitan también otros instrumentos que compensen esto. Se habla de un fondo de soberanía como respuesta a la IRA, pero no se sabe cómo se va a hacer esto.
P: Un fondo de soberanía conjunto y consensuado ha recibido la negativa de los países frugales, con Países Bajos a la cabeza. ¿Cómo ha sentado esto?
R: Siempre van a hacer lo mismo, decir que no se pone ese dinero. Aducen que aún quedan fondos de next generation, sobre todo de la parte de préstamos, que pueden tomar los países. El problema es que, aunque quedan préstamos, y España fue el primero en solicitarlos, para liberar esos fondos a veces la burocracia es muy amplia y aquí lo que se necesita es una respuesta rápida. Una de las discusiones que va a haber es de qué manera se puede agilizar esa burocracia.
P: ¿Se están produciendo ya fugas a EEUU por la implantación de su política?
R: Sí. O dirigir inversiones que iban a hacerse en la UE a EEUU. Eso ya está pasando. Con empresas energéticas grandes, y con otras no tan grandes, y soluciones innovadoras en la descarbonización que están teniendo ofertas para irse. Hay empresas que están dirigiendo sus inversiones a EEUU por la IRA y esto hay que pararlo. A parte, las que tienen la tentación de irse son empresas de tecnologías limpias y algunas de ellas bastante innovadoras. Es una doble pérdida, se va la empresa y la innovación.
P: ¿Se ha recibido en Bruselas la política estadounidense como un acto de competencia desleal?
Desde luego no ha gustado. Hay muchas dudas de hacer exactamente lo mismo y entrar en una guerra comercial, lo que no tendría sentido. Nos perjudicamos todos. Pero Europa tiene que mantener sus actos en esta transición energética. Ha empezado con unos compromisos climáticos a largo más ambiciosos que el resto, ha ido haciendo los deberes. En el sector de la transición energética y ecológica somos líderes y no podemos perder este momento. Tenemos que protegerlo como sea.
"Es una doble pérdida, se va la empresa y la innovación"
P: ¿Y qué se puede hacer?
R: El comisario Thierry Breton apuntaba que ir cambiando las ayudas de Estado también genera inseguridad. Está bien ir relajándolas, pero hay que tener algo alternativo. Hablaba de que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) movilizara inversiones. El debate ahora es cómo se puede hacer que todos los países tengan una respuesta adecuada, no vale de nada que solo la tengan Alemania o Francia. Además, hay que favorecer los proyectos transnacionales para que eso ayude a cohesionar el mercado anterior.
P: En torno a esto, ¿qué posiciones hay ahora mismo en Bruselas? ¿Cuál cree que será la solución elegida)
R: Francia, aunque puede tener intereses comunes con Alemania, no está exactamente en eso (relajar las ayudas de Estado únicamente), sino en una posición intermedia más cercana a la española. Al final lo que se busca es que el dinero llegue a las empresas, pero a todas las europeas.
La solución va a pasar porque se relajen las ayudas de Estado, que ya se está pactando, pero también se va a buscar la manera de que todos los fondos disponibles y existentes se puedan agilizar y concentrar en estas tecnologías limpias para la transición ecológica. Es decir, que todo el dinero dirigido ahí no sufra tantos controles para ser liberado.
Reforma del mercado energético
P: En otro orden de cosas, aunque relacionadas, ¿qué nos puede decir sobre la reforma del mercado energético europeo?
Estamos en momento de consultas. La Comisión dijo que lanzaría la propuesta en el primer trimestre, supongo que a finales de marzo. Yo creo que debe ser una reforma profunda para adaptar al verdadero marco que nos espera, donde las renovables cada vez tendrán más parte en el mercado. También debe darse el debate sobre el precio de los consumidores y la autonomía energética europea.
P: ¿Existe algún aspecto que se esté enquistando en el ámbito de las renovables?
R: En una de las propuestas, la primera subasta de hidrógeno renovable por valor de 800 millones de euros, que lanzaría la consulta en junio y se haría la subasta en septiembre. Eso está muy bien, pero la Comisión aún no ha definido lo que ese hidrógeno renovable. Lleva un año de retraso y, por ejemplo, hoy queríamos mantener un trílogo (reunión tripartita) y el ponente del Parlamento ha decidido, unilateralmente, suspenderlo por no contar con esa definición. La Comisión no avanza y eso está avanzando al marco legislativo que van a tener las energías limpias en los próximos años. Como el perro y el gato, la Comisión tiene unas disputas internas importantes.
P: Retornado a la reforma amplia del mercado energético, ¿cómo ha sido acogida la propuesta española?
R: Ese debate se está produciendo ahora. La propuesta española ha sido bien recibida por algunos y mal por otros. Hay alguna similar, la francesa y la griega tienen puntos parecidos. El parlamento está preparando el debate que va a ser uno de los elementos clave de esta legislatura. La presidencia española va a ser clave, porque va a ser la que fije la posición del Consejo.
El primer objetivo, cuando comenzó el debate, era desacoplar el precio de los fósiles del precio de la electricidad. Hay un informe del Tribunal de Cuentas Europeo donde decía que el regulador europeo ACER (Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía) no había sido capaz de ver las anomalías que había en el mercado y tener subidas de precios que parecía especulativas. Lo que subyace es la ortodoxia de algunos actores por defender las anteriores reglas y otros que estamos defendiendo que eso tiene que cambiar porque no se adaptan a la realidad.
"Como el perro y el gato, la Comisión tiene unas disputas internas importantes"
P: Has mencionado anteriormente que la presidencia española será clave. ¿Cómo crees que se está preparando la presidencia de España del Consejo Europeo para el segundo semestre de este año?
Llega en un momento en el que hay muchísimas cosas, de gran importancia y de gran interés, en las que se van a fijar posiciones durante la presidencia española. Es la última hábil antes de las elecciones europeas, la siguiente tiene un semestre en el que coinciden comicios en 2024. Por tanto, esta es una presidencia que requiere muchísimo trabajo y atención. La reforma del mercado eléctrico, el marco fiscal, también en el campo de la salud con las principales legislaciones farmacéuticas que se van a abrir, los materiales críticos para la transición energética. Son cuestiones muy importantes, será una presidencia con mucha exigencia, pero también con muchas oportunidades para que el país demuestre que un socio potente e importante.